Vivir deliberadamente

Al empezar un nuevo año, muchas personas formulamos un propósito o intenciones de cambios diversos.
Yo suelo escribir(me) una carta de visión para mi próximo año. Una especie de carta a los Reyes Magos, con mis deseos y anhelos. Es como si el ponerlos en el papel fuera una manera de darles concreción y de facilitar que se materialicen.

Para este año mi propósito principal se resume de manera sencilla, aunque quizás no sea tan fácil de llevar a la práctica. Además, creo que esta es una intención que desbordará el límite temporal de este año.

DESEO PODER VIVIR DE FORMA DELIBERADA, como desvelaba ya el título de este post, retomando la expresión del filósofo americano Henry Thoreau, que declaraba en su libro Walden:

“Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentarme solo a los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que la vida tenía que enseñar, para no descubrir cuando tuviera que morir, que no había vivido. No quería vivir lo que no fuera la vida pues vivir es caro…”

En este último año he conectado con la sensación muy clara de que estoy iniciando una nueva etapa en mi vida, la última. Digo esto sin dramatismo porque las estadísticas indican una esperanza de vida para las mujeres en nuestro país de 86,5 años y eso me ofrece en principio unos 30 años más de vida.
Pero, por un lado, nunca se sabe y por otro, ese lapso potencial de tiempo es bastante menor que el tiempo que he vivido ya. Ahora no siento, como cuando tenía 20 años, que el tiempo es infinito o que debo sacrificar el hoy por fines a más largo plazo.
Experimento una sensación de urgencia por vivir los hechos esenciales de la vida como decía Thoreau, sin más despistes o dilación.
Siento que mi motivación para vivir el presente, lo que la vida me propone en cada momento, sin proyectarme en otros momentos o lugares, es mayor ahora.
Y eso se asocia además a una intención clara de enfocarme en disfrutar de lo bueno, en conectar con lo que verdaderamente me aporta cada situación, aunque no fuera la que había previsto o deseaba.
Creo que esta actitud me está permitiendo desarrollar más flexibilidad y fluidez.

Hace poco, un participante de un curso de mindfulness, que facilité en una organización, comentó que tenía un poco de confusión sobre el aspecto de aceptación de la experiencia que propone la práctica de mindfulness porque asociaba aceptación con resignación.
Esta es una duda frecuente cuando las personas se inician en la práctica de mindfulness.

Por eso creo que es importante aclarar que aceptar la experiencia no implica resignarse a ella. La única manera de poder ir de un punto a otro es sabiendo primero donde se encuentra uno, de donde se parte.
Por eso, para que algo se pueda transformar, es preciso conectar y familiarizarse con ello primero. Y especialmente, hacerse amigo de aquello que no resulta agradable o fácil, como por ejemplo: el dolor, la pérdida, la decepción o los cambios.

Mindfulness invita a prestar atención a la experiencia, tal y como es, dejando de lado juicios o expectativas de como debería ser, permitiéndonos sintonizar de manera más precisa con lo que está ocurriendo. Con una actitud activa, de curiosidad e interés y no pasiva o resignada.
Esta conexión o presencia consciente favorece que haya más claridad, que se perciba con más nitidez lo que ocurre. Así, las personas nos damos cuenta de muchos detalles o aspectos que de otra forma pasarían totalmente desapercibidos.
Al abrirnos a lo que está ocurriendo, vemos opciones que están ahí disponibles, no necesariamente las que queríamos, pero si posibilidades que pueden abrirnos nuevos caminos que explorar. Para poder vivir deliberadamente, con plenitud.

Thoreau acababa la frase de la manera siguiente:
“…No quería vivir lo que no fuera la vida pues vivir es caro, ni quería practicar la resignación a menos que fuera completamente necesario.”

Ojalá en este nuevo año 2020 y en la década que se inicia con él todos podamos vivir deliberadamente y practicar la aceptación radical, rindiéndonos a la vida pero sin resignarnos!!

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4 Comments
  • Sergio fructuoso
    Posted at 13:08h, 09 enero Responder

    Que precioso texto Sylvia, me ha encantado!!! Gracias por estas palabras inspiradoras. A por ellooooo!!!
    Un abrazo y nos vemos pronto.

  • Claramente
    Posted at 14:51h, 09 enero Responder

    Que lindo texto, me encanta, muy sentido y profundo. Me identifico plenamente con él.

  • Silvia
    Posted at 23:32h, 09 enero Responder

    Precioso

  • Eugenia Ruiz Ruiz
    Posted at 09:21h, 08 febrero Responder

    Me ha encantado, Sylvia, me siento igual que tú, me ha venido muy bien leerlo,
    A ver si este 2020 me cuadran fechas para hacer algunas de tus actividades.

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