Sintonizar con el cuerpo para manejar el estrés

Como me dedico a facilitar programas de mindfulness y de compasión, que están orientados a que las personas podamos desarrollar recursos internos y maneras de manejar mejor las dificultades y las tensiones que surgen inevitablemente en la vida cotidiana, a menudo hablo con personas que están experimentando mucha preocupación y dolor físico o emocional y que me contactan para saber que pueden hacer para sentirse mejor y manejar el estrés.

Sintonizar con el cuerpo para manejar el estrésEsas personas están en momentos muy bajos, incluso, a veces, se sienten al límite.
Su salud, física o psicológica o quizá ambas, se ha visto seriamente afectada.
Tienen una enfermedad o han sufrido un accidente o una operación que les tiene inmovilizados, sienten angustia, ansiedad, tienen problemas de sueño, están constantemente atrapados en bucles de pensamientos desagradables (rumiación) o se sienten agotados. Y muchos, se dan cuenta de que somatizan, es decir, tienen diversos síntomas y manifestaciones físicas que no tienen un origen físico identificable, sino que son la expresión de toda la tensión mental y emocional que experimentan. En algunos casos, esas somatizaciones pueden incluso llegar a manifestarse en forma de un ictus o un ataque al corazón.

Tengo muy vívida una conversación reciente que es un ejemplo más de que el dinero o las condiciones materiales privilegiadas no nos protegen contra el sufrimiento o el estrés. El sufrimiento es universal y forma parte de la experiencia de ser humanos.

Hace unas semanas me crucé por la calle, casualmente, con un hombre que conocía y al que no veía desde hacía más de 10 años. Es el director general de una compañía importante, alguien que goza de mucho reconocimiento profesional y que está en una posición de éxito: gana mucho dinero, viaja mucho y se desenvuelve en unas condiciones materiales aparentemente fabulosas.
Sin embargo, me confesó que había salido de su oficina porque no podía más y necesitaba hacer una pausa y recuperar la calma.
Estaba muy atormentado, tenía la impresión de haber cometido un gran error a nivel personal- había trasladado a su familia a otro país al decidir aceptar un trabajo en el extranjero- y se culpaba por ello.
Me contó que se sentía aplastado por las dudas sobre como afrontar la situación personal en la que se encontraba, lo que por otra parte tenía también un impacto en su vida profesional. No sabía que hacer y, por otra parte, se hacía también muchas preguntas sobre el sentido de la vida que llevaba. Algo que nos ocurre a muchas personas cuando llegamos a la mitad de nuestra vida.
Como consecuencia de todo eso, no dormía desde hacía varios días y su cuerpo empezaba a mostrar signos preocupantes de la tensión que vivía.
Además, ese hombre tenía una agenda super organizada, con compromisos previstos hasta dentro de un año, y me dijo con tristeza “Sé lo que voy a hacer cada día, en cada momento, hasta final de año”.

Se sentía en una jaula, dorada ciertamente si consideramos las condiciones materiales privilegiadas que tiene, pero jaula, al fin y al cabo. Y toda esa tensión y preocupación cristalizaba en su cuerpo.

Le sugerí empezar por lo básico, PARAR Y ATENDER, CON CURIOSIDAD Y AMABILIDAD, A TODO LO QUE ESTABA SINTIENDO EN EL CUERPO. Y le recomendé que para ello practicara con regularidad la exploración del cuerpo o body scan, el primer ejercicio de Mindfulness que se entrena en el programa MBSR (Mindfulness based Stress Reduction).

Aparte de hacer ejercicio físico, algo que a veces no resulta fácil para personas que tienen limitaciones físicas, dedicar tiempo cada día a prestar atención al cuerpo y a las tensiones que acumulamos en la vida cotidiana, contemplándolas, reconociéndolas y honrándolas, sin luchar con ellas o querer que desaparezcan o cambien- lo cual en realidad solo crea más tensión-, es algo simple y muy poderoso. Pero lamentablemente es una opción que muchas personas desconocen hasta que realizan un entrenamiento de mindfulness con el programa MBSR.

La meditación del body scan es una práctica que a mi personalmente me encanta porque me ayuda a anclar la conciencia en el cuerpo, a sintonizar con la experiencia interna tal y como es, dedicando un tiempo a observarla en detalle y a cuidarme. Es una práctica a la que recurro cuando me siento cansada, dolorida y/o muy tensa o también, cuando experimento mucha agitación mental. Es como hacer un reseteo interno.

La recomiendo siempre, desde mi experiencia personal, porque hace seis años me resultó extremadamente útil y beneficiosa para recuperarme de una cirugía importante.
Aunque me habían dicho que estuviera de baja un mes, acabé teniendo que trabajar desde casa, desde el primer día después de salir del hospital, porque la persona que me ayudaba en la coordinación de los cursos en aquella época se despidió de forma inesperada por un problema personal grave.
Practiqué durante un mes la exploración del cuerpo, mañana y noche, como una manera de tener momentos diarios de regeneración y de recuperación que me permitieran afrontar el esfuerzo enorme que suponía realizar mi actividad habitual en un estado físico muy debilitado. La cicatriz que tenía era el barómetro de la tensión que me producía simplemente el responder a emails y organizar temas. Por eso, puse el foco en cuidarme y en recuperar el equilibrio y la calma cada día, de la mejor manera que pude. La verdad es que tuve una recuperación fantástica!

Además, ahora hay evidencias científicas de los beneficios de esa práctica.
Un estudio muy reciente publicado por investigadores de la Universidad de Ulm, en Alemania, evidenció que practicar durante 8 semanas con un audio de 20mn de exploración del cuerpo tuvo un efecto positivo en algunos marcadores biológicos del estrés.
Comparado con el grupo de control, que simplemente escuchó un audio libro,  en el grupo que realizó este ejercicio se observó un aumento del nivel de DHEA- una hormona que se secreta como respuesta al estrés y que tiene propiedades antioxidantes así como efectos neuro-protectores y de mejora de la memoria-,  y también, una disminución del nivel de cortisol y del ratio cortisol/DHEA.

 

Mi libro Burbujas de paz” (Ed. Nube de Tinta) incluye, entre otros ejercicios, un audio de la exploración del cuerpo de 20mn que las personas que tengan el libro pueden descargarse de forma gratuita desde mi página web.

Puedes practicar por tu cuenta o apuntarte a uno de los próximos programas MBSR que ofreceré en Barcelona o en la zona del Vallés esta primavera.

4 Comments
  • Carme Morist Arnella
    Posted at 08:52h, 06 marzo Responder

    Gracias,Stlvia por tus correos.Éste en particular,llega al corazón.
    Aunque hace tiempo que no nos vemos fisicamente,cada vez que leo tus correos, recuerdo -y revivo-lo beneficioso que fué para mi conoceros en un momento difícil en el instituto.
    Un abrazo cariñoso

  • Toni FURELOS VAZQUEZ
    Posted at 09:06h, 06 marzo Responder

    Hola Sylvia,
    GRACIAS, GRACIAS Y MIL GRACIAS… por este articulo, Nos conocimos en Sevilla, llevo practicando desde hace ya casi 4 años y como instructor 1 año, Soy de Bilbao, discípulo de Mertxe y Andres, Y en estos momentos pasando una etapa muy dificil y me he sentido muy my identificado con lo que contabas.
    Me pongo desde hoy mismo…. no sabia que camino tomar y no sabia que estaba haciendo mal o no estaba haciendo…
    Eternamente agradecido, Un super abrazo

    • Sylvia Comas
      Posted at 11:39h, 06 marzo Responder

      Me alegro mucho Toni que te haya resonado. Te sugiero que mires el retiro de 3 días de Mindfulness y compasión que propongo a finales de abril. Creo que puede ser una experiencia muy útil a nivel personal para afrontar la situación personal dificil que mencionas, aparte de ser también algo que te ayudará en tu camino de compartir mindfulness con otras personas. No podemos sostener el dolor de otras personas a menos que seamos capaces de sostener el nuestro. Un abrzo,

  • Sylvia Comas
    Posted at 11:16h, 06 marzo Responder

    Gracias Carmen, me alegro que te haya tocado este post.
    Yo también recuerdo con muchos cariño aquelo curso MBSR que di hace años en vuestro instituto. Es bonito ver que de aquel grupo de profesores han florecudo muchas semillas de mindfulness.
    Un abrazo,
    Sylvia

Post A Comment