Hacer desde la calma y el sosiego

Querid@ practicante de mindfulness,

En el momento de escribir estas palabras, todavía resuenan en mi corazón los bellos e intensos momentos vividos la semana pasada durante el retiro de iniciación a MBCL- Vida Compasiva basada en Mindfulness que propuse con Frits Koster, uno de los creadores de este programa de profundización de Mindfulness centrado en desarrollar la (auto)compasión.

Es ese retiro abordamos individual y colectivamente con mindfulness, en el silencio y en la práctica interpersonal, la relación que, como seres humanos, establecemos con el dolor y el sufrimiento. Nuestro diseño no es perfecto y eso no es culpa nuestra

Pudimos experimentar y compartir de manera segura nuestra vulnerabilidad y humanidad compartida y, sobre todo, explorar en profundidad como la amabilidad, la compasión, la ecuanimidad y la alegría, las cuatro cualidades transformadoras de la mente/corazón, nos ayudan a vivir la vida con mayor plenitud y a afrontar las dificultades de manera más ligera y positiva. ¡La buena noticia es que podemos cultivar y desarrollar consciente y deliberadamente estas cualidades!

También integramos la importancia de cultivar estados de sosiego y de calma que nos permitan recuperar el equilibrio e incluso, nos lleven a poder actuar desde la tranquilidad de manera habitual, algo de lo que ya hablé en mi último post.

Aunque un retiro proporciona la oportunidad de alcanzar grandes descubrimientos e intuiciones en un espacio de tiempo limitado, un programa de entrenamiento de mindfulness, ya sea de iniciación o de profundización de la práctica, favorece una toma de conciencia continua y la integración de nuevos hábitos en la vida cotidiana. Nos ayuda a relacionarnos con lo que ocurre momento a momento con y desde el corazón.

Ahora que la mayoría retomamos el trabajo o la actividad habitual, es el momento

ideal para elegir darle prioridad a algo que a veces queda en un segundo plano cuando establecemos la lista de cosas que debemos hacer: vivir plenamente, tratándonos con amabilidad y disfrutando de esta vida que tenemos. Como dice Mary Oliver en uno de sus poemas: “nuestra única, salvaje y preciosa vida”.

La práctica de mindfulness, con amabilidad y compasión, a mi me ayuda mucho en esta intención.

Si te cuesta hacerlo por tu cuenta, no dudes en unirte a un grupo de práctica. Es una manera inmejorable de darte un espacio de pausa semanal para cuidarte.

Puedes re-visitar el programa MBSR si lo hiciste hace tiempo o con otro instructor o iniciarte en el camino del corazón, para desarrollar la amabilidad y la compasión.

Te adjunto mis propuestas para este otoño, por si alguna te resuena o crees que puede ser interesante para personas de tu entorno.

Como ya avancé, tras más de un año proponiendo mis cursos con Zoom, he decidido regresar al formato presencial, confiando que la situación sanitaria lo permita a partir de octubre.

Sin embargo, si por razones personales o de distancia física deseas poder realizar una de esas formaciones conmigo en formato online, puedes escribirme y si hay suficiente interés, intentaré organizar de nuevo algún grupo online.

 

Feliz vuelta al trabajo!

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